Urtasun cancela a Ignacio Sánchez-Mejías
La poesía española para, templa, manda y carga la suerte en el ruedo literario. En el albero las palabras entran a matar la rutina y cada verso cita a la muerte para que la belleza sobreviva. En ese ruedo imposible, don Ignacio Sánchez-Mejías fue siempre el torero que hacía el paseíllo con un libro en la mano. Un hombre que entendió que la cultura, como el toro, sólo revela su verdad cuando alguien se juega algo de sí mismo.