Mi admirado Antón Chéjov, escribió un día una carta a su amigo Suvorin, y le decía que “la medicina era su legítima esposa, y la literatura, su amante”. Algo parecido me ocurre a mí, ya que llevo viviendo estos últimos años en un loco juego de amor con la medicina y la literatura.
Me siento plenamente un escritor, y algún día espero dedicarme en exclusiva a la literatura. He escrito libros y multitud de artículos. En estos momentos quiero compartirlos con vosotros para así poder crecer de vuestra mano.
“La medicina era su legítima esposa, y la literatura, su amante”
Antón Chéjov
libros
Frío en la muleta
El tiempo en el que trascurre la novela son los auténticos años dorados de Ronda.