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La política en minúscula

<p style="text-align: justify;"> Los secretos a voces nacieron en las comidas de los pol&iacute;ticos. A los entrantes &nbsp;les hincan el diente hablando de f&uacute;tbol, &nbsp;despachan el solomillo con sentencias sobre econom&iacute;a y en los postres, comienzan con la conspiraci&oacute;n. Sobre la mesa se comienza a dibujar sobre la servilleta, se comparten estrategias entre trago y trago del gin tonic, y se reescribe el cuento de la lechera. La despedida se consuma entre cantos a la discreci&oacute;n y la prudencia por el bien de la estrategia, y todos saben que en alg&uacute;n despacho pronto a alguien le quemar&aacute; la silla. No pasan ni cinco minutos y la servilleta&nbsp; est&aacute; en la mesa de la redacci&oacute;n del peri&oacute;dico que al d&iacute;a siguiente nos despertar&aacute; con la cr&oacute;nica de una conspiraci&oacute;n anunciada.</p> <p style="text-align: justify;"> En estos d&iacute;as de nieve y EPA positiva, la vieja pol&iacute;tica ha acaparado la actualidad de una Espa&ntilde;a griposa. Desde Catalu&ntilde;a, el se&ntilde;or M&aacute;s propone un nuevo adelanto electoral en diferido. Nadie ha hecho m&aacute;s por las legislaturas &ldquo;interrumptus&rdquo; que el mandatario catal&aacute;n. Sigue en el laberinto de su proceso y aspira a que la independencia triunfe por cansancio del rival. F&iacute;a su futuro a que dentro de nueve meses, sus en&eacute;simas elecciones le traigan un resultado con cara soberanista. No le importa las n&aacute;useas del primer trimestre, ni la anemia que le produce embarazo de tan alto riesgo, ya que sus tragaderas se han demostrado infinitas. El ciudadano, en todo ese c&aacute;lculo de tanto fontanero de la pol&iacute;tica amante de la serie televisiva &ldquo;House of cards&rdquo;, es un invitado de piedra.</p> <p style="text-align: justify;"> Esta semana, Andaluc&iacute;a se despertaba con prisas electorales. Susana D&iacute;az inscrib&iacute;a en el registro de voluntades anticipadas a su pacto de gobierno, entendiendo que tiene los d&iacute;as contados. Con elecciones en Marzo, la dirigente andaluza cree que a Podemos, entre el carnaval y la semana santa, no le da tiempo a enterarse de c&oacute;mo funcionan las cosas en el sur; Izquierda Unida no ofrecer&aacute; resistencia a su degluci&oacute;n, y al Partido Popular no le molestar&aacute; demasiado volver a perder unas elecciones que en G&eacute;nova no importan demasiado. Ganando s&oacute;lo por un esca&ntilde;o m&aacute;s que sus contrincantes, Susana D&iacute;az gobernar&aacute; de nuevo, ya que no existe ninguna combinaci&oacute;n posible que le pueda arrebatar su silla.</p> <p style="text-align: justify;"> Mientras en este tiempo, entre campa&ntilde;a y campa&ntilde;a, el bueno de Pedro S&aacute;nchez ser&aacute; devorado por los suyos. Qu&eacute; raz&oacute;n tienen los analistas de Politikon cuando dicen que si no te sientas en la mesa, eres parte del men&uacute;.</p> <p style="text-align: justify;"> En estas dos servilletas s&oacute;lo se olvidaron de un detalle: a la sociedad espa&ntilde;ola ya no le interesa la pol&iacute;tica en min&uacute;scula.</p> <p> &nbsp;</p>