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Francisco

<p> &nbsp;</p> <p style="text-align: justify; "> El alma humana es una cara alargada pintada por el Greco. Viviendo en Toledo le cupo todo el Renacimiento en sus cuadros y se atrevi&oacute; a rezar con sus pinceles. En su cuadro &ldquo;Las l&aacute;grimas de San Pedro&rdquo; nos devolvi&oacute; al ap&oacute;stol vulnerable que fue pescador en Cafarnaum. Observando la mirada de San Pedro, nos podemos reconocer los hombres que estamos llenos de contradicciones y&nbsp; necesitamos reconciliarnos con la verdad.</p> <p style="text-align: justify; "> Escribi&oacute; hace unos d&iacute;as acertadamente en Twitter el Obispo de San Sebastian, Juan Jos&eacute; Munilla, que las seis aspiraciones del coraz&oacute;n del hombre son el amor, la libertad, la fecundidad, la seguridad, la verdad y la trascendencia. En este cuadro del Greco, las l&aacute;grimas del ap&oacute;stol contienen todas estas aspiraciones. Es una aut&eacute;ntica obra de arte, porque esencialmente nos podemos reconocer en sus ansias de belleza y verdad.</p> <p style="text-align: justify; "> Este pasado mi&eacute;rcoles en el rostro del nuevo Santo Padre, Francisco, encontr&eacute; la profundidad del ap&oacute;stol que el Greco pint&oacute; siglos atr&aacute;s.</p> <p style="text-align: justify; "> Este mundo, en tantas ocasiones, tan hostil al mensaje evangelizador de la Iglesia cat&oacute;lica, sigue sinti&eacute;ndose atra&iacute;do por &nbsp;las milenarias tradiciones que se escenifican entre la c&uacute;pula de Bernini y los siete montes de Roma. Cuando el cardenal protodi&aacute;cono, Jean-Louis Tauran anunci&oacute; desde el balc&oacute;n central de la Bas&iacute;lica de San Pedro en el Vaticano, que el cardenal arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio ser&iacute;a el nuevo Papa, el mundo se detuvo.</p> <p style="text-align: justify; "> En contra de la mayor&iacute;a de los pron&oacute;sticos, este nuevo Papa que reza en castellano, vive como jesuita y ama el f&uacute;tbol, tiene el encargo de asumir una nueva labor evangelizadora exenta de complejos, acorde con el inicio de nuestro siglo. No le faltar&aacute;n pruebas, pero tampoco se encontrar&aacute; nunca s&oacute;lo.</p> <p style="text-align: justify; "> &ldquo;Miserando atque eligendo&rsquo;(Lo mir&oacute; misericordiosamente y lo eligi&oacute;) es el escudo y lema episcopal elegido por el Papa Francisco, extra&iacute;do del pasaje evang&eacute;lico donde Jes&uacute;s llam&oacute; a Mateo, el publicano o pecador p&uacute;blico, para que lo dejara todo y le siguiera.</p> <p style="text-align: justify; "> Cuando la sociedad deambula por una &eacute;poca sin referentes, y alejada de la verdad, posiblemente la sencillez del mensaje evang&eacute;lico que el nuevo Papa anunciar&aacute;, comience a encontrar nuevamente acomodo en los corazones de muchas personas de buena voluntad.</p> <p style="text-align: justify; "> Sin duda, Francisco seguir&aacute; luchando para que no nos acostumbremos a la pobreza econ&oacute;mica y espiritual de las personas. Laus Deo.</p> <p> &nbsp;</p> <p> &nbsp;</p> <p> &nbsp;</p> <p> &nbsp;</p>