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Humor negro

<p style="text-align: justify;"> El humor es la cortes&iacute;a del inteligente. La vida es demasiado seria como para soportar sus arrobas sin inteligencia y sin humor. La complicidad de lo ir&oacute;nico, de lo ingenioso, de lo ocurrente, de lo gracioso, edifica puentes entre las personas.</p> <p style="text-align: justify;"> Los espa&ntilde;oles somos la iron&iacute;a en met&aacute;fora. Nuestra historia, nuestra literatura, nuestro periodismo, est&aacute;n repletos de humor y de provocaci&oacute;n. El humor es el dardo que hiere pero no duele.</p> <p style="text-align: justify;"> Nuestro Francisco de Quevedo elev&oacute; a literatura inmortal sus epigramas y s&aacute;tiras. La Codorniz, revista se&ntilde;era de la posguerra, acogi&oacute; a toda una generaci&oacute;n de humoristas en tiempos complicados en los que el ingenio supl&iacute;a las estrecheces autoritarias de la&nbsp; &eacute;poca.</p> <p style="text-align: justify;"> Espa&ntilde;a no puede entenderse sin el humor, los espa&ntilde;oles cabemos en las p&aacute;ginas del Lazarillo. Lo jocoso pertenece a nuestra esencia y renunciar a ello ser&iacute;a un error hist&oacute;rico.</p> <p style="text-align: justify;"> Los nuevos tiempos y las nuevas formas de comunicarnos, han facilitado que el ingenio llegue a m&aacute;s partes y m&aacute;s personas. Las redes sociales se han convertido junto con internet en ese sexto continente que nos acoge a todos sin frontera alguna. El humor ha encontrado un nuevo escenario que nada envidia a las tablas que escuchaban al bueno de Lope de Vega.</p> <p style="text-align: justify;"> El humor se convierte en arma cuando hiere. No hay peor cosa que intentar hacer de la s&aacute;tira y la iron&iacute;a, elemento de humillaci&oacute;n y discriminaci&oacute;n de las personas diferentes.</p> <p style="text-align: justify;"> Los comentarios intolerables en las redes sociales de Guillermo Zapata, concejal madrile&ntilde;o, ni fueron ingeniosos, ni conten&iacute;an nada de humor. Independientemente del calificativo legal que les haya otorgado el juez Pedraz, nos obligan a valorar d&oacute;nde est&aacute;n los l&iacute;mites de la libertad de expresi&oacute;n y el buen gusto. &iquest;Hasta d&oacute;nde puede llegar lo vulgar y lo hiriente?</p> <p style="text-align: justify;"> En Espa&ntilde;a posiblemente sobren leyes, reglamentos y sanciones, pero falta determinaci&oacute;n a la hora de llamar al pan, pan y al vino, vino. Esa es una m&aacute;s de las consecuencias de la hegemon&iacute;a del buenismo rampl&oacute;n tan extendido en nuestro pa&iacute;s. La cr&iacute;tica hace madurar a las personas, el escarnio y la humillaci&oacute;n nos hace m&aacute;s d&eacute;biles y peque&ntilde;os.</p> <p style="text-align: justify;"> Si el humor genera miedo, no es jocoso, ni es negro, ni es humano. Frente a lo vulgar, recuperemos la generosidad de lo ingenioso.</p> <p> &nbsp;</p>