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Lo que el "Trueba" se llevó

<p style="text-align: justify;"> En la Espa&ntilde;a de &ldquo;Gran Hermano-16&rdquo;, Trueba es el rey. Tras a&ntilde;os en el olvido, un secretario de estado despistado de nuestro somnoliento Ministerio de Educaci&oacute;n y Cultura,&nbsp; devolvi&oacute; a la vida a nuestro oscarizado director.</p> <p style="text-align: justify;"> Fernando Trueba pertenece a la &ldquo;Generaci&oacute;n de la Subvenci&oacute;n&rdquo; del cine espa&ntilde;ol. De filmograf&iacute;a extensa y en muchas ocasiones premiada, es un perfecto desconocido en la actualidad.</p> <p style="text-align: justify;"> El olvidado cineasta pronunci&oacute; en San Sebasti&aacute;n la frase con la que ser&aacute; recordado para todos sus restos: &ldquo;Nunca me he sentido espa&ntilde;ol, ni cinco minutos de mi vida&rdquo;. Con un par, delante del ministro y del mundo del cine, pronunci&oacute; estas palabras cuando recib&iacute;a el Premio Nacional de Cinematograf&iacute;a. Seg&uacute;n explic&oacute; despu&eacute;s, era su aportaci&oacute;n jocosa al problema actual de los nacionalismos. Miau.</p> <p style="text-align: justify;"> Con el devenir de los a&ntilde;os, perdimos a un mal cr&iacute;tico de cine, ganamos a un cineasta con BOE en el desayuno, comida y cena, y ahora nos hemos encontrado con un humorista sin gracia que sigue poniendo una vela a Dios y doscientas al dinero. Como era de esperar, ha hecho poco chiste de los treinta mil euros que se embols&oacute; con su poco apreciado galard&oacute;n. S&iacute; que ha incluido en su mon&oacute;logo, la poes&iacute;a de donde dije digo, digo Diego, ya que hay que seguir tirando el dado, comiendo fichas y contando hasta veinte. La intelectualidad oficial espa&ntilde;ola siempre ha sabido a qui&eacute;n servir y a qui&eacute;n despreciar. Fernando Trueba es un digno representante de la misma.</p> <p style="text-align: justify;"> El gran director Andrei <strong>T</strong>arkovsky defin&iacute;a el cine como el arte que esculp&iacute;a en el tiempo. Muchos largometrajes subvencionados en Espa&ntilde;a han sido aut&eacute;nticas pedradas en el tiempo, que los espectadores hemos intentando esquivar, pero que en demasiadas ocasiones nos han alcanzado de lleno. Cuando el cine es elevado, y procura captar lo verdadero, mostrar lo bello y encarnar lo digno, poco importa que la sala&nbsp; est&eacute; vac&iacute;a. La tragedia ocurre cuando la apuesta por lo vulgar, con la repetici&oacute;n de los t&oacute;picos&nbsp; y la visi&oacute;n reduccionista del hombre, no s&oacute;lo echa a los espectadores de las salas, sino que malgasta el dinero p&uacute;blico. En ese escenario de p&iacute;caros y profesionales de la subvenci&oacute;n, nunca he escuchado la aportaci&oacute;n en clave de humor inteligente de Trueba.</p> <p style="text-align: justify;"> El Ministerio de Educaci&oacute;n y Cultura est&aacute; preparando la nueva subvenci&oacute;n para la pel&iacute;cula: Lo que el &ldquo;Trueba&rdquo; se llevo.</p> <p style="text-align: justify;"> &nbsp;</p> <p style="text-align: justify;"> &nbsp;</p> <p> &nbsp;</p>