La CUP en Matrix
<p>
Cataluña es un domingo con elecciones y Messi lesionado. Independientemente del resultado de los diferentes y múltiples comicios que se han celebrado en los últimos meses allí, podemos quedarnos con la sensación de no llegar a diferenciar lo real, lo legal y lo virtual de lo que está ocurriendo.</p>
<p>
Superado por las miles de interpretaciones del escenario político catalán, uno se conforma con lo que queda de tejas para abajo. La realidad suele ser más simple que las ensoñaciones indescifrables de algunos. Sancho nos hizo humano a don Quijote, y los políticos catalanes nos dibujan las auténticas dimensiones de su proyecto.</p>
<p>
Aznar a diestra y Monedero a siniestra, han señalado con acierto lo que le ha ocurrido a los dos grandes derrotados del 27 de Septiembre. El PP agota su tiempo y se comerá el turrón en casa. Mariano Rajoy se convertirá en breve en el segundo Leopoldo Calvo Sotelo de nuestra reciente democracia: aseado, educado y olvidado. Lo de Pablo Iglesias, será la crónica de una despedida anunciada del vanidoso profesor universitario, que si no manda no encuentra su lugar. La izquierda en España necesita más cilindrada y menos coleta morada. Pablo Iglesias será historia en la Wikipedia con el año nuevo.</p>
<p>
No nos podemos sorprender a estas alturas de partido de las declaraciones de Mas, que cada vez se parece más a Manolo Escobar, o de Oriol Junqueras, que tiene de los nervios a su dietista. La gran novedad en estas elecciones ha sido el ascenso de la CUP (Candidatura de Unidad Popular). La formación de izquierda radical, anticapitalista e independentista se ha encontrado con los ciudadanos que fueron traicionados por la Inicativa por Cataluña aburguesada tras el tripartito, el Podemos cobarde que no se la quiso jugar solo y la Esquerra Republicana travestida que se presentaba en la misma candidatura que su adversario ideológico.</p>
<p>
Muchos creyeron que la CUP defendería su ideario político y no haría a Mas presidente de nuevo. El abrazo de David Fernández, líder de la CUP, a Mas en el 9 de Noviembre pasado ha pesado más que todo su programa.</p>
<p>
El independentista Fernández definía al Parlamento catalán como Matrix cuando entró en él. No sabía que sus palabras serían proféticas y que gracias a su incoherencia ideológica, él se convertiría en el protagonista de esta película de ciencia ficción y llevaría a su formación a la ensoñaciones de las presidencias colegiadas y demás chorradas. La política catalana tiene esa estatura.</p>
<p>
</p>