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El guindo

<p> El guindo es el nuevo s&iacute;mbolo de la pol&iacute;tica espa&ntilde;ola. Su ascensi&oacute;n se ha convertido en un aut&eacute;ntico ritual para los nuevos pol&iacute;ticos. Desde la altura que procura sus ramas, los nuevos l&iacute;deres se sienten a salvo de la pol&iacute;tica com&uacute;n que demandan los ciudadanos. Escapan a la demandante contienda diaria de sus d&iacute;as, prometiendo que el pobre &aacute;rbol tiene ramas suficientes para sostener y dar cobijo a todo aquel que quiera sustraerse de la realidad tanto como ellos. En el debate ficticio, a varios metros de la tierra, se pretende conformar una nueva realidad, tipo Matrix, que quieren imponernos con el af&aacute;n de sustituir la vida real. No contaron con una cosa: los espa&ntilde;oles sabemos que del guindo uno s&oacute;lo puede caerse.</p> <p> Estos &uacute;ltimos d&iacute;as las urgencias traumatol&oacute;gicas han estado plagadas de pol&iacute;ticos con heridas provocadas por sus ca&iacute;das desde tan bello &aacute;rbol. Lo que el com&uacute;n de los mortales conoc&iacute;amos, parece que ha sido un descubrimiento para todos aquellos que ascendieron entre ruedas de prensa a las ramas fr&aacute;giles del primo del cerezo. Con la entrada de la primavera y la aparici&oacute;n de sus bellas flores blanquecinas con su c&aacute;liz y corola con cinco elementos, algunos creyeron que lo que del todo era imposible, por el mero paso de los d&iacute;as, se&nbsp; transformar&iacute;a&nbsp; en un estupendo fruto maduro en forma de acuerdo. Nada que ver con la realidad.</p> <p> Los resultados de las pasadas elecciones generales en Espa&ntilde;a, dispusieron s&oacute;lo dos alternativas. La m&aacute;s europea apuntaba a una gran coalici&oacute;n entre el partido vencedor de los comicios, su adversario, con experiencia y vocaci&oacute;n de gobierno, y un tercer nuevo partido, como Ciudadanos, que introducir&iacute;a el aceite necesario para engrasar esta nueva compleja maquinaria gubernativa. La alternativa era la de apostar por un gran bloque de izquierdas al que deb&iacute;an sumarse los nacionalistas, por activa o por pasiva, en el que Podemos mostrara su lado m&aacute;s moderado.</p> <p> La realidad ha mostrado que ni una v&iacute;a ni otra ha podido ser ni m&iacute;nimamente explorada, porque las formaciones pol&iacute;ticas han seguido negociando desde sus posiciones e intereses propios, y no han construido los nuevos espacios de di&aacute;logo y entendimiento necesarios. El PP y Podemos han fiado su suerte a la mejora de sus resultados en unos nuevos comicios y no han movido ficha; el PSOE y Ciudadanos se han visto obligados a jugar por su propia supervivencia, y temen que los espa&ntilde;oles apuesten en un futuro inmediato por las marcas originales de la derecha y la izquierda.</p> <p> En Junio sabremos si la dulzura de las cerezas se impondr&aacute; a la acidez de las guindas.</p>