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Diagnóstico: cáncer de mama.

<p style="text-align: justify;"> A la vida s&oacute;lo le pesa el tiempo. Sus kilos hacen real nuestros d&iacute;as. El tiempo&nbsp; es caprichoso tambi&eacute;n con sus pasos. Siempre impone una direcci&oacute;n. Sabemos que conviene caminar en el sentido que nos marca. Nuestra felicidad depende de ello.</p> <p style="text-align: justify;"> Un d&iacute;a, sin invitarlo, se cuela el c&aacute;ncer en tu vida, y&nbsp; el peso de los d&iacute;as se hace insoportable y te obliga a iniciar una carrera en l&iacute;nea recta, pero en la direcci&oacute;n equivocada. &nbsp;La vida no era eso, te repites, no era eso. Sientes que el infortunio se ha detenido en tu casa, y comienza a chillarte. &iquest;Por qu&eacute; te grita la vida? ,&iquest;por qu&eacute; a ti? Las preguntas comienzan a no tener respuesta.</p> <p style="text-align: justify;"> Los d&iacute;as comienzan a escaparse, se te escurren entre los dedos, ya no soportas su peso. Tu cuerpo enfermo impone su discurso. La ligereza de lo incierto de las &eacute;pocas felices desaparece cuando tu m&eacute;dico sin mirarte a los ojos, sin caer en la tentaci&oacute;n de rozarte, recita el diagn&oacute;stico: c&aacute;ncer de mama.</p> <p style="text-align: justify;"> Cerca del coraz&oacute;n, ese que te gui&oacute; siempre, las c&eacute;lulas malignas quieren imponerte la dictadura de su silencio. Te confunden, quieren que te entregues sin oponer resistencia alguna.</p> <p style="text-align: justify;"> Durante unas semanas comienzas a escribir tu discurso de la derrota. Todav&iacute;a nos has podido entender que en la vida siempre uno gana. El color de los d&iacute;as es tan oscuro que no puedes ni vislumbrar ese mensaje.</p> <p style="text-align: justify;"> Llega un d&iacute;a, que encuentras que alguien ha puesto agua en tu vaso vac&iacute;o sin tu esperarlo y que ha comenzado a caminar a tu lado sin hacerte preguntas. Se obra el milagro, y te das cuenta que para soportar el peso de tus d&iacute;as hay espaldas con las que puedes contar. Ellos necesitaban que comenzaras a caminar de nuevo en la direcci&oacute;n adecuada y entonaras el canto de la esperanza, el del no querer dejarte ganar la partida, sin ni siquiera disputarla. La vida se convierte en algo maravilloso de nuevo. Se reescribe, con palabras m&aacute;s profundas y relaciones m&aacute;s aut&eacute;nticas, porque has encontrado &nbsp;sentido a tus d&iacute;as. El dolor y el sufrimiento son misterios que en demasiadas ocasiones nos descubren realidades mucho m&aacute;s profundas que jam&aacute;s conocimos de su existencia, pero ya no te asustan.</p> <p style="text-align: justify;"> Cada diecinueve de octubre, d&iacute;a contra el c&aacute;ncer de mama, recuerdo a cada una de mis pacientes que se enfrentan con dignidad a una enfermedad que las hiri&oacute; y que cambi&oacute; , pero no lleg&oacute; a derrotarlas. Ojala pueda seguir llenando su vaso con el respeto que me merecen, y me dejen seguir andando a su lado.</p>