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Artículo #MoranteToreaEnTwitter

<p> &nbsp;</p> <p style="text-align: justify; "> La primavera en Ronda es la poes&iacute;a de la Espa&ntilde;a que no se acostumbra a vivir en prosa. La serran&iacute;a ronde&ntilde;a imprime car&aacute;cter. Su secular aislamiento la ha hecho due&ntilde;a de s&iacute; misma. El ronde&ntilde;o se reconoce en la piedra arenisca amarilla que conforma los sesenta y ocho arcos rebajados que descansan en las ciento treinta y seis columnas toscanas que Jos&eacute; Mart&iacute;n de Aldehuela construy&oacute; para el coso de la Real Maestranza de Caballer&iacute;a. Elegancia, valor, misterio, dureza, hondura, adornan los poros de los serranos, que a fuerza de sentirse herederos de pueblos cultos y valerosos, dan vida a su alma p&eacute;trea. Rilke entendi&oacute; la m&eacute;trica ronde&ntilde;a&nbsp; y acert&oacute; denomin&aacute;ndola &ldquo;ciudad so&ntilde;ada&rdquo;.</p> <p style="text-align: justify; "> El misterio del se&ntilde;or&iacute;o ronde&ntilde;o ha cautivado a viajeros de todo tipo de &eacute;pocas,&nbsp; poetas, m&uacute;sicos, pintores y artistas de todo tipo de disciplinas. No es casualidad que en este rinc&oacute;n, Pedro Romero echara el pie al albero y creara el toreo moderno para mayor gloria de las Artes. La conjunci&oacute;n de la belleza de la naturaleza, en este balc&oacute;n eterno, junto con la forma torera de estar y ser en la vida del serrano, hacen que Ronda sea eterna fuente de inspiraci&oacute;n.</p> <p style="text-align: justify; "> Cuando el verano llegue a su fin, y el oto&ntilde;o quiera atrapar al viajero, Ronda se vestir&aacute; con sus mejores galas para celebrar su tradicional corrida goyesca. Ver toros en Ronda es un anticipo del para&iacute;so.</p> <p style="text-align: justify; "> Este a&ntilde;o, Morante de la Puebla, barbilla en pecho, atrapar&aacute; el tiempo con su capote. Seis toros ayudar&aacute;n al diestro sevillano a pisar &ldquo;las arenas de Pedro Romero&rdquo; como cantaba Gerardo Diego.</p> <p style="text-align: justify; "> Con su toreo eterno,&nbsp; no querr&aacute; quedarse en la epidermis del arte,&nbsp; descender&aacute; a la profundidad del tajo ronde&ntilde;o, donde los hombres se ven demasiado peque&ntilde;os, y nos seducir&aacute; con lo valioso.</p> <p style="text-align: justify; "> Yo quiero cantarle al torero de las medias eternas y los versos a impulsos. Hasta que pueda verlo en Ronda, quiero que Twitter vuele con los aires de su capote con el &ldquo;hashtag&rdquo; #MoranteToreaEnTwitter.</p> <p style="text-align: justify; "> Maestro, lo espero jugando con los versos del gran Fernando Villal&oacute;n, se&ntilde;or andaluz de las marismas que se muri&oacute; so&ntilde;ando con tener una ganader&iacute;a de toros con los ojos azules. Y ahora digo:</p> <p> &nbsp;</p> <p align="center"> Plaza de piedra de Ronda</p> <p align="center"> la de los toreros machos:</p> <p align="center"> pide tu balconer&iacute;a</p> <p align="center"> una Carmen cada palco;</p> <p align="center"> un Romero cada toro;</p> <p align="center"> un Maestrante a caballo</p> <p align="center"> y un Morante que &nbsp;la guarde.</p>